El museo mas grande de estambul
Museo arqueologico de estambul
El Museo Arqueológico de Estambul es uno de los más importantes en su campo. Fue fundado por el pintor y arqueólogo turco Osman Hamdi en 1891. Los orígenes del museo se remontan a una reducida colección de antigüedades que se instaló en 1846 en el Palacio Topkapi. En 1869 se convirtió en el museo de la corte. En 1891, el Museo Arqueológico abrió sus puertas convirtiéndose en el primer museo de Turquía. Está situado entre el primer patio del Palacio Topkapi y el Parque Gülhane..
La colección del museo está repartida en tres partes: Museos Arqueológicos: Alberga algunos objetos mundialmente conocidos. Lo más importante del museo es la gran colección de sarcófagos, entre los que se encuentra el Sarcófago de Alejandro (S. IV). Colección de Arte Oriental: En esta parte encontraréis sepulcros otomanos y hallazgos de las culturas egipcia, sumeria y acadia. Los objetos más valiosos de la colección de arte oriental son las partes de la Puerta Babilónica de Istar. Colección de cerámicas y joyas: Esta colección está alojada en el Pabellón de los Azulejos, un edificio que ordenó construir Mehmed II. Hay muy pocas salas y tal vez lo más interesante es el propio edificio.
Es bienvenida la omnipresente mención en todos ellos a Osmán Hamdi Bey (1881-1910), arqueólogo, pintor, matemático, director del museo y aquel que tuvo la inmensa suerte de hallar el más impresionante conjunto de sarcófagos antiguos en la Necrópolis real de Sidón, actual Líbano, que se constituyen en las joyas más preciadas de la colección. Sobre todo, el llamado Sarcófago de Alejandro; se trata de un prodigio, una fabulosa tumba de mármol de finales del siglo IV aC construida para el rey Abdalominos de Sidón. y se llama de Alejandro por la temática de sus espléndidos relieves. El grupo de sarcófagos fueron descubiertos en 1887 en Sidón (en aquel momento, parte del Imperio Otomano) y, como suele pasar en estos casos, por accidente. Un lugareño trataba de cavar un pozo cuando halló una enorme necrópolis subterránea muy bien protegida contra la humedad y el agua.Los sarcófagos estaban divididos en dos grupos, en dos hipogeos. El primero, salvo un sarcófago de estilo egipcio, estaba vacio, se había robado en una época indefinida. Sin embargo, el segundo hipogeo estaba intacto. Osmán Hamdi Bey decidió trasladarlos a la capital del Imperio, a Estambul, donde se construyó exprofeso el museo que ahora visitamos para albergarlos. La teoría dice que los sarcófagos pertenecieron a un grupo de reyes fenicios consecutivos de la mitad del siglo V aC. El sarcófago de Alejandro fue, posiblemente, el último en ser incorporado al túmulo.
es que no estamos acostumbrados a ver tumbas licias. Quizá es que nos sorprendió su estructura, diseño desigual y preciosa decoración. O quizá su excepcional estado de conservación. El caso es que este sarcófago nos gustó mucho y entiendo que en su momento, decorado con coloridos tonos de rojo, marrón y azul así como con adornos de metal debería ser sorprendente cuanto menos. Sarcófagos de estilo egipcio, griego, licio… estos reyes de Sidón encargaban el trabajo a artesanos variados. El del presente conjugó el estilo del Peloponeso (con esas figuras esculpidas de caras anchas y cuerpos achaparrados) con el tradicional estilo licio de Anatolia.
Sin duda, el Museo Arqueológico de Estambul debe ser uno de los más ricos del mundo en monumentos funerarios. No sólo los sarcófagos de los reyes de Sidón, sino que atesora un sin fin de lápidas, túmulos, sarcófagos (hay uno gigantesco) y tumbas a cual más llamativa. Si hay que quedarse con alguna, sería con las delicadas estelas funerarias de Salamamodes y de Dioscórides de Balboura (buenos hombres a los que dedican la mejor de las despedidas, dicen sus textos)y con lo sarcófagos de pórfido rojo de los primeros emperadores bizantinos.En el primer caso, se trata de estelas halladas también en Sidón y del siglo II aC y son ejemplos del arte popular realizado en la zona en época helenística.
Su popularidad en aquellos tiempos se debía posiblemente a lo mucho que les gustaba a los habitantes de Sidón la pintura y a la escasez de buen mármol con el que realizar esculturas tan impresionantes como las de los sarcófagos vistos más arriba. Las dos estelas de las fotos pertenecieron a mercenarios griegos que sirvieron en los ejércitos selyúcidas y han aportado información interesante para conocer cuáles eran sus armas y equipamiento, además de tener un encanto muy especial.
Quienes sí conseguían materiales de alta calidad eran los emperadores, claro. Y a algunos de los primeros emperadores bizantinos pertenecen los sarcófagos de pórfido rojo que están en la entrada del Museo y que antiguamente se encontraban en el interior de la Iglesia de Santa Irene. La verdad es que son enormes, muy anchos y, eso sí, con casi nula decoración. La gran caja rectangular que contendría el cuerpo no tiene decoración, si acaso el frontón triangular de la tapa, que sí está decorado con un Cristograma encerrado en una corona de hojas. El pórfido rojo, una roja de origen volcánico a resultas de la cristalización lenta del magma, se convirtió en uno de los materiales más deseados por la alta jerarquía bizantina, que lo utilizaban en mobiliario (recuerdo restos de una silla de pórfido de la casa de Materno Cinegio en Carranque) y en sarcófagos, como también pudimos comprobar en los de Santa Elena y Constantino en Roma..
Localizar el museo :Entre el Palacio Topkapi y el Parque Gülhane.
de visitas :De martes a domingo: de 9:00 a 17:00 horas. Lunes: cerrado.
Transporte para llegar :Tranvía: Gülhane, línea T1.
Lugares cerca : (214 m) Palacio Topkapi (280 m) Santa Sofía (363 m) Cisterna Basílica (470 m) Mezquita Azul (800 m)
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Es necesario mencionar, antes de abandonar el museo, la excepcional e impresionante colección de estatuaria romana y clásica con la que cuenta el Arqueológico de Estambul. .
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"La verdaderas tragedias no resultan del enfrentamiento entre un derecho y una injusticia. Surgen del choque entre dos deseos."
- Hegel