Palacio Topkapi
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Palacio Topkapi
La puerta de los canones
El Palacio del Serrallo o Palacio de Topkapi, se sitúa al fondo del patio de los Jenízaros más allá de la fuente del Verdugo, un bloque de piedra designa con cierto cinismo el lugar con el nombre de «piedra de la advertencia». La piedra servía para cortar la cabeza de los grandes personajes que disgustaban al dueño del palacio, el Gran Turco.
Orta Kapi
Es la puerta principal del palacio de Topkapi. Flanqueada por dos torres octogonales data de la segunda mitad del s. xv, y servía de calabozo a los personajes ilustres que hacían cola o esperaban turno para perder su cabeza. Se le llama Puerta del Medio o también Bab-i-Salam, que significa Puerta de la Salud, otro cinismo. Fue construida por Solimán en 1524 y sólo los sultanes la podían cruzar a caballo. (Horario de visitas de 9,30 a 17 h. No se permite fotografiar con trípode.) El palacio se extiende sobre el emplazamiento de la acrópolis de la antigua Bizancio. Tras la conquista, el sultán Mehmet Fatih (Mohammad el Vencedor) decide construirse un palacio en una posición privilegiada y qué mejor lugar que éste que domina una fantástica vista sobre el mar de Mármara, el Bosforo, el Cuerno de Oro y si el día es claro la Isla de los Príncipes. Este palacio que se convertiría rápidamente en la primera residencia del sultán tomó el nombre de Nuevo Palacio y lo conserva todavía tres siglos después. Su nombre actual de Topkapi o Puerta de los Cañones se lo dio Ahmet III en el s. xvm cuando hizo añadir un palacio cuya puerta estaba guardada por dos cañones y que desapareció tras el incendio de 1863. Topkapi no sólo era la residencia oficial de los sultanes (28 en total entre 1453 y 1924) sino que albergaba la sede de la administración y la política. Era aquí donde se declaraba la guerra o se firmaba la paz. Tras franquear la Ortakapi os encontraréis en un segundo patio o plaza del Diván envuelta en una fantástica sombre de cipreses y plátanos
Cocinas
A la derecha se encuentran las cocinas y pastelerías cuyo techo está formado por una serie de pequeñas cúpulas y curiosas chimeneas. Destruidas por un incendio bajo el reinado de Selim II fueron reconstruidas por el célebre arquitecto Sinan en el s. xvi. En el s. xvi el personal destinado a las cocinas constaba de más de 1.100 personas, entre cocineros, pasteleros, carniceros, sirvientes... etc. que se encargaban de dar de comer a las 5.000 personas que había constantemente en palacio y que los días de fiesta se elevaban a 10.000. Tras la restauración acoge una pequeña colección de porcelanas chinesas procedentes de los servicios de los sultanes o de los regalos de sus visitantes. Son célebres las porcelanas de la dinastía Song, Yuan y la célebre cerámica Ming.
Puerta de la Felicidad :Bab-i-Saadet
También llamada Akagalar Kapisi o puerta de los Eunucos Blancos, da acceso al tercer patio.
Arz Odasi (Sala de Audiencias)
Servía para recibir a los visittantes extranjeros. Este pabellón fue construido en el s. xv y remodelado por Ahmet II (1691-1695). De una y otra parte de la entrada se encuentran, bajo el pórtico unas bonitas lozas esmaltadas, una fuente y una placa de porfirio rojo donde fue depositado Selim III asesinado en el 1803
Biblioteca de Ahmet III:
Fue levantada en el 1718 con paredes de rnármol blanco y decorada en su interior con maderas trabajadas y azulejos esmaltados. Encierra cerca de 6.000 volúmenes entre manuscritos árabes y griegos, muchos de ellos inéditos.
Hammam:
En el ángulo SO del tercer patio se encontraba un hammam construido por Selim II en el s. xvi del que no queda más que una dependencia, en otro tiempo era ocupado por los médicos, masajistas y barberos privados del sultán. En su interior se puede visitar una colección de tapicería y vestidos imperiales.
Tesoro:
Es el punto culminante de una visita a Topkapi. Se encuentra en un pabellón (Selamlik) construido por Mehmet II en el s. xv y encierra las joyas y objetos preciosos de los sultanes, príncipes y princesas. Tiene cuatro salas y en cada una de ellas hay que destacar lo siguiente: Sala I: Diversas armas, la armadura del sultán Mustafá III y algunos puñales finamente trabajados. También el trono del sultán Mural IV y diversos objetos de Oriente y recipientes de oro. Sala II: Llamada también de las esmeraldas. Aquí podréis ver la famosa daga utilizada en el film de Jules Dassin. Algunas piedras en bruto con un peso excepcional 3,260 kg, para la más gruesa y 1,310 kg para otra. Las esmeraldas forman parte también de recargadas joyas. También veréis espléndidos jades, vasos de cristal de roca y en el centro, el trono del sultán Áhmed I y una cuna de oro en la vitrina ocho. Sala III: Los objetos son muy variados pero sin duda lo que atraerá vuestra atención son los diamantes del famoso Kasikcj con sus 86 kilates y 58 facetas rodeado de 48 diamantes más pequeños que se balancean dulcemente en la plataforma especial para ello bajo una luz polarizada que permite ver sus fantásticas irisaciones. No podréis evitar deteneros delante del trono de Mural III que pesa 250 kg de oro puro. A cada lado dos candelabros de oro pesan cada uno 48 kg y albergan 6.666 diamantes. Sala IV: Se conservan las reliquias de San Juan Bautista protegidas por un suntuoso relicario. Podréis ver algunas armas y objetos pertenecienles a Mural III. En milad de la sala un Irono oval fue Iraído de la India por Nadir Schah y está recubierto de esmaltes enriquecidos de esmeraldas, rubís y perlas. Desde esta sala podéis pasar a una terraza que domina el Bosforo.
Saliendo del tesoro podéis ir al cuarto patio al cual se accede por un eslrecho pasaje situado entre los muros que acogen la Dirección de Topkapi, un lugar que tuve ocasión de conocer bien como luego veréis. Este patio está dividido en dos por un muro y posee unas terrazas situadas a niveles diferenles. A la der. la pequeña mezquita de Sofá eslá provista de un rechoncho minarete y el Kiosko de Abdülmecit o Yeni Kósk construido en 1840 por un arquíteclo francés desde donde hay una bonita vista. Transformado hoy en día alberga el restaurante Konyali donde se puede comer bien y limpio..
Harem:
La palabra harem significa literalmente en árabe «Cosa Sagrada» y se aplica sólo a los lugares sagrados. Su visita estaba completamente prohibida a los extranjeros y quedaban a resguardo de las miradas indiscretas. El harem de Topkapi fue construido en tiempos de Solimán y sin duda agrandado por los soberanos que le sucedieron de tal manera que hoy se presenta como un laberinto de callejas, celdas, corredores, baños y habitaciones siempre desprovistas de ventanas. Todas las estancias estaban conectadas por tortuosas escaleras algunas veces con acceso a pasadizos secretos. Algunos sultanes se hicieron construir salas nupciales y otros como Ahmet III (1703-1730) se hizo instalar'un comedor.Se sabe que la ley coránica permitía a los sultanes poseer entre cuatro y siete esposas legítimas o kadin y un número ilimitado de odalik (odaliscas). La palabra odalisca, más habitual en occidente para designar a las odalik o car/yes deriva del turco oda o camarada
Por tanto define perfectamente la función de camaradas que ejercían. Sería impropio utilizar la palabra concubina, porque implicaría unas relaciones sexuales con el sultán que no existían en la mayoría de los casos. Las odaliscas que prosperaban hasta los servicios más allegados pero no íntimos del sultán, formaban el grupo de élite de las gedicli. Dentro de las gedicli destacaban las gozdé o chicas que habían llegado a poseer una estancia personal y de algunas esclavas a su servicio. Las gozdé aupadas hasta la cama del sultán, con resultado satisfactorio para él, pasaban a la condición privilegiada de ikbal. Y si conseguían darle un hijo varón, accedían al rango soñado de haseki, pero para llegar al honor máximo de favorita o cadine todavía necesitaba que el sultán reconociese al hijo y deseara distinguir a la chica. El título de cadine nada tenía que ver con el de sultana. La sultana era exclusivamente la madre del señor así como, las hermanas y las hijas, pero en ningún caso las favoritas.
El sultán sólo podía desposar, según la tradición otomana, a las • componentes del harem, es decir, a esclavas. En consecuencia hubiese estado mal visto que una esclava alcanzase el título de sultana, aunque se le concediese acto seguido a sus hijas, por ser hijas del sultán. Además las odaliscas procedían de los mercados de esclavos y de los botines de guerra ofrecidos como presente por los corsarios al sultán. No eran pues de origen musulmán sino conversas por conveniencia. La tercera institución cortesana junto a los jenízaros, o mítica guardia pretoriana y las odaliscas, era los eunucos o criados. Como es obvio la norma de enrolar castrados como servidores, estaba relacionada con la imposibilidad de violar las leyes del harem.
Los eunucos se dividían en eunucos de raza blanca y de raza negra. Los primeros aseguraban los servicios en los centros más alejados de la residencia imperial, mientras que los negros eran elegidos para las funciones más allegadas al sultán y al harem, por la presunción que el color de su piel incitaba menos a las odaliscas a cometer infracción al régimen de exclusiva reservado al sultán, quien la mayoría de las veces no las miraba en toda su vida. Parece que casi todos los sultanes fueron de una contingencia acusadísima: Sólo se citan como excepciones la bu-limia carnar de Murat III y las fantasías de Ibrahim el «Loco».
"De hombres es equivocarse; de locos persistir en el error"
- Marco Tulio Cicerón